Presentación y embarazo
- saradesantosf
- 16 feb 2018
- 7 Min. de lectura
Hola, me llamo Sara y he decidido hacer este blog para contar todas mis experiencias y mi día a día por semanas. Hay miles de blogs de este tipo pero pienso que cada mamá, papá, niño,… es un mundo; cada uno vive sus propias experiencias de la mejor manera posible y yo os voy a contar la mía.
Voy a empezar con una presentación mía y post a post iréis conociendo a toda la gente que me rodea.
Nací el 17 de Diciembre de 1992 en Valladolid. Viví en Tenerife muchos años y actualmente vivo en Pontevedra (Galicia) donde en cuestión de menos de un año mi vida cambió por completo.

Me considero una persona muy activa en cuanto al deporte que me gusta, como el surf, el surfskate, buceo, apnea,…
Siempre he estado viajando y nunca me ha gustado estar en el mismo sitio, a si que decidí mudarme a Galicia por motivos familiares y personales. Ya me apetecía un poco de verde, cambios estacionales, estar en mi sofá con una manta y ver llover por la ventana… esas cosas del norte; y la comida por supuesto.
Llegué a esta tierra el 18 de agosto de 2016. Meses después conocí al que iba a ser el padre de mi hijo, Luis. Algún día, y si me lo pedís, os puedo contar como nos conocimos, verdadera historia para contar. Nuestra vida se basaba en surfear, patinar, estar con amigos, escaparnos de vez en cuando, trabajar, estudiar,...

En abril tras muchas semanas de estar mareada, tener gripe, mucho sueño y unos pechos duros y grandes, empecé a comerme la cabeza pensando si estaba embarazada. Una parte de mi me decía que no podía ser, que tenía un anticonceptivo puesto y que no. ES IMPOSIBLE. Otra parte de mi no me dejaba dormir por las noches haciendo que me comiera la cabeza de que si que estaba embarazada.
Un día me fui a patinar con unos amigos y me puse a vomitar, eso me hizo dejar de dudar sobre si estaba embarazada decidí comprarme el test de embarazo. Luis estaba fuera en un campeonato de surf y yo en casa con una amiga. Cuando me senté en la taza, hice pis y no tardó ni un minuto en salirme positivo, mi cuerpo se quedo paralizado.
No quería llamar a Luis y contárselo ya que tenía miedo a que lo distrajese y perjudicarle en sus mangas.
La verdad que cuando vino y se lo conté pensé que su reacción iba a ser otra; como ponerse nervioso, enfadarse o volverse algo loco; pero no, con toda su tranquilidad nos fuimos a dormir y me dijo mañana será otro día y pensaremos con más calma; pero está claro que ninguno durmió esa noche.
Tengo que contaros que nosotros no queríamos tener hijos, o por lo menos tan pronto. Yo con 25 años y Luis con 22 no es algo que nos planteáramos en absolutos. Teníamos en mente otras ideas, pero no esta. Ignacio fue un porcentaje negativo de un anticonceptivo pero él no tiene culpa de eso. Con lo cual decidimos por ambas partes seguir adelante con todo lo bueno y lo malo. Asustados pero valientes al mismo tiempo. Si que tengo que confesar que estaba totalmente acojonada, pasé de estar enrollándome con un tío a estar embarazada de él. No somos un matrimonio ni tenemos una vida estable, vamos a lo loco y sin frenos. La gente podrá criticar esta clase de actuaciones pero ya os digo que nuestra opinión es que le echamos un par de huevos y somos unos padrazos.
El contarlo a la familia y amigos no fue para nada tampoco como nos esperábamos, se sorprendieron más por el echo del poco tiempo que llevábamos Luis y yo que por la decisión de tenerlo. Todos se alegraron bastante. Y como para no, esto es siempre una buena noticia.
PROCESO DE MI EMBARAZO
1er trimestere:
La verdad que me toco en una época de primavera verano muy buena pero en la que trabajaba mucho y muchas horas. Las nauseas eran horribles. No podía con el olor de tabaco y café. Y no paraba de comer pepinillos y cebolletas en vinagre. Llegaba a casa bastante cansada y solo tenía ganas de dormir.
Fuimos hacer la ecografía del primer trimestre y fue alucinante. Ya desde ese día vimos que era chico y por su puesto que todo estaba bien y en regla.
Rápido me puse a buscar un nombre con su padre y nos acabamos decidiendo por IGNACIO como su abuelo y su tío.
El momento ese en que lo ves como se mueve, como está dentro de ti tan a gusto y tranquilo; empiezas a imaginarte ya toda tu vida como va a ser o mejor dicho como quieres que sea.
Me volví muy maníaca del orden y la limpieza. No podía ver nada sucio en casa ni descolocado. Es una de las cosas que mas desquiciaba a Luis por que tenía puntos que era de loca total.
El padre también sufrió cambios hormonales, desde llorar con Harry Potter ha romper todo lo que se cruzaba en su camino como mi nueva smartv; me refiero a que estaba más torpe que yo.
La verdad que de no discutir nunca, pasamos a discutir casi todos los días pero no duraban mucho los enfados. Rápido nos abrazábamos y lo pasábamos lo mejor que podíamos. Ambos estábamos muy nerviosos con todo. Nuestra relación se tambaleó varias veces durante todo el embarazo. Pero ahí seguimos al pie del cañón. Somos muy jóvenes y tenemos mucha vida por delante, pero tenemos las cosas muy claras ante nuestra relación y familia.
2º trimestre:
La cosa empezaba a mejorar, me sentía con muchísima energía. Estando de 4 meses me fui a surfear y de vez en cuando me daba un paseo junto a la playa con el skate; pero a medida que mi tripa iba aumentando yo me sentía más torpe y empecé a quedarme tranquila y a darme largos paseos por la playa.
En esta etapa de mi embarazo nos mudamos a un piso más grande, adoptamos a un perrito y empezamos hacernos a la idea de que somos una familia. El tema del perro os contaré como fue todo el proceso, como se conocieron y como ha crecido el pequeño a su lado; en otro post.

Por el tema de cambios hormonales si que noté que tenía muy mala leche. Mi cabeza soltaba todo lo que pensaba y no me callaba nada; cuando antes era más pasota y me daba un poco igual todo, mi mente estaba más tranquila.
Por cierto, seguí comiendo un montón de pepinillos y cebolletas con vinagre.
3er trimestre:
En esta etapa la barriga empezaba a estar cada vez más y más grande y por fin empecé a notar al pequeño sus patadas y codazos. Al principio son como si tuvieses gases pero después llega a ser doloroso e incomodo por que el pobre no tiene casi espacio y quiere hacerse hueco. Con lo de doloroso me refiero a que mi hijo le daba por meterme el pie debajo de la costilla y me dejaba cao.
En la fase final ya casi no dormía por las noches, me desvelaban sus movimientos y mis pensamientos de que no quedaba nada para que naciese. Estaba muy pesada, pero no paraba de ir a darme paseos a la playa mientras Luis surfeaba. Yo cogía a mi perro y playa arriba, playa abajo hasta que mi espalda y mi tripa no me dejaban continuar.

En la semana antes a salir de cuentas me pasó algo que acabó con mis nervios. Me contagié de gripe A. Empecé con dolores en mis articulaciones y antiguas lesiones y acabé con vómitos, 40 de fiebre y mocos. Fui a urgencias y me ingresaron aislada con mascarilla y sin dejar que nadie pudiese dormir conmigo o visitarme. El enano no sufrió nada en absoluto y no le afectó en nada; pero mis nervios estaban fatal por que le pudiese pasar algo. Gracias a dios solo fue una noche y me dieron rápido el alta al ver que no era importante y estaba bien. Dos días después Luis vino de un campeonato de surf con 38 de fiebre y le duró los mismos días que a mi.
Parto:

El día 19 de enero a las 21:00 empecé a tener contracciones diferentes a las que había tenido durante el embarazo. Esa noche no pegué ojo. No dormí absolutamente ninguna hora de lo incomoda y rayada que estaba.
Esa misma mañana Luis tenía que ir a trabajar y volvía al medio día, mientras desayunábamos le dije que Ignacio ya venía, estaba segura de ello. Las contracciones cada vez eran más fuertes y más dolorosas. Él marcho a trabajar y cuando volvió al medio día me llevó al hospital. Tenía dolores cada 5-7 minutos y hacían retorcerme.
Los médicos me mandaron para casa, al parecer no estaba de parto por que no había dilatado nada.
Una vez en casa cenamos, intenté relajarme pero esto cada vez iba a más. Luis había leído que un baño con agua caliente me vendría muy bien para relajarme y eso me hizo. Mentalmente me relajé algo más pero fisicamente seguía recibiendo punzadas, en la zona de la tripa por debajo, cada vez más fuertes.
A las 05:00 de la mañana ya no podía más, tenía dolores cada 2 minutos, a si que decidimos ir al hospital. Al parecer ya había dilatado 5 cm y ya venía nuestro pequeño.
Me pusieron la epidural (que no duele nada, solo que como estaba ya nerviosa me molestaba un poco) y hasta los 10 cm lo único que notaba era una presión con cada contracción pero nada de dolor.
Después viene la fase de empujar con cada contracción, aunque yo creo que me sirvió como un calentamiento para cuando llegase lo fuerte.
A las 08:00 de la mañana empecé a empujar y a las 8:40 me llevaron a otra sala diferente del paritorio, como más quirófano. Ahí me tuvieron que realizar la episiotomía y por encima al pequeño lo sacaron con ventosa. Una cosa os digo…a mi en el último momento los empujones finales hasta con epidural me dolían. Pero es tanta la adrenalina y las ganas de terminar que haces lo imposible.
Ignacio nació llorando, y al padre lo dejaron entrar de inmediato, me lo pusieron el pecho y mientras estaba con el me cosían. Después me lo quitaron para hacerle las pruebas y volvió a mi pecho. Tardaron mucho en coserme pero estoy segura que era para hacerme el mejor trabajo posible.
A continuación nos llevaron a una sala hasta que me llevaban a planta y comenzó la vida de nuestro hijo y nuestro mayor cambio.
IGNACIO ANSÍN DE SANTOS:
21 de Enero de 2018
A las 9:16
Test de APGAR 1’: 10
Test de APGAR 5’:10
Peso: 3580
Longitud: 51 cm
Perímetro craneal: 36,5
2 noches de hospitalización
Peso al dar el alta: 3355

En el próximo post os contaré la primera semana como madre primeriza y todo lo que me ayudo a sobrepasarla y llevarla a cabo.
No dudéis en preguntarme lo que queráis y por supuesto os intentare ayudar en lo que pueda.
Un saludo a todos¡¡ y mil gracias por leerme.
Comentarios